Espectadora Específica, vista de instalación en Salón Acme 2022, Ciudad de México. Invitada por la galería Pequod Co.

Espectadora Específica 
2018-2022
Medidas variables

Óleo y aerosol sobre bastidor


Nueva Colección de Pintura Contemporánea es un proyecto de largo aliento realizado por Huizar en el pueblo que la vio crecer. Es una constante en el trabajo de la artista transformarse en una flaneuse que recorre Colotlán, Jalisco, buscando pretextos para hablar disimuladamente de sí misma bajo la luz de lo que le sorprende de su entorno; por ejemplo la cantidad de carne que come un territorio de poco más de 20 mil habitantes, las formas de comunicación mercadológica que se emplazan en los ríos (y sus curiosas coincidencias con el land art); o en el caso particular de esta serie: los referentes estéticos de los que podría disponer un creador visual que no puede escapar a su contexto.

Imaginemos un ejercicio impuesto por un libr de texto que propone salir a recorrer el lugar de residencia en busca de obras de arte. Pensemos que los usuarios de este texto son jóvenes educandos que lo mismo pueden vivir en la sierra, la playa, la ciudad o en un pueblo como Colotlán. ¿Cuál sería el resultado de la vagancia de quien decidiera realizar esta empresa? Esta anécdota fue el detonante para que Huizar se lanzara a recopilar, primero en fotografía para luego traducirlas al lenguaje de la pintura, un montón de espacios que atrapaban su atención: paredes, banquetas, rótulos y otras superficies desgastadas por la acción del tiempo, la interacción humana y el clima. Un conjunto de imágenes en las que el tiempo es el principal ejecutor. El tiempo que ha actuado sobre las paredes dando paso a la humedad y el salitre. El tiempo que ha permitid que la labor de los pintores publicitarios se encime generando formas ilegibles. El tiempo que la artista ha invertido en recopilar este catálogo a la vez que desgasta sus zapatos en las andanzas por su pueblo. En todos los casos una inversión del tiempo que tiende al despropósito, la aridez y lo anti-espectacular. Estas imágenes podrían parecer sólo un registro de las anomalías de determinado paisaje pero también guardan concordancia con el resultado visual de las utopías estéticas de las vanguardias artísticas del siglo XX. Porque, como enuncia Huizar en la oración que el título del proyecto pone entre paréntesis: contrario a la difundida idea de una producción artística que responde al lugar en que se ubica una pieza, el arte es más una actividad que atiende a las especificidades del espectador, al modo en que ha educado su mirada dependiendo de su historia personal y de los recursos que tiene a la mano. Así, estas formas abstractas reaparecen un centenar años después de forma incongruente y anacrónica señalando, ironía de por medio, el fracaso de aquellas ideas revolucionarias o, quizá también, la oportunidad de un nuevo sueño anclado en la precariedad como fórmula creativa.


Texto por Tonatiuh López